Es incríble como la soberbia, envidia, impotencia, el egoísmo, pueden caracterizar tanto a nuestros "hermanos" argentinos. Los argentos ayer mostaron estos caracteres que los identifica plenamente. No saben como un Lucas Barrios, que está rompiendo redes con la albirroja, no está bajo la batuta del porrero, Maradona.
Es simple, para el entendimiento de los argentos. Barrios, Ortigoza y Santana son paraguayos y la garra que demuestran en cada partido, es la misma mística guaraní. Los jugadores paraguayos, a diferencia de la prensa, gente y jugadores argentinos, no se quedan enredados en la chantería, sino en ganar cada partido que se presenta, para lo cual se están preparando como nunca.
Se lanzan contra la selección albirroja cuando que deberían, mínimamente, mandarle "a la recontra p... que le parió" (como es el léxico argento), al Pelusa. Pero es mucho pedir, acaso, para el raciocinio argentino. Con el sarcasmo, demostrado en la prensa argentina como en Olé y Espn, solo muestran tal y como son...envidiosos, egoístas, soberbios.
Hasta Rutterford Hayes se reía de Argentina cuando este pretendía el Chaco paraguayo. Ahora, los de ahora nos reímos porque quieren a nuestros seleccionados. Habríamos que aprender, algún día, que los argentinos son así. Si no, no serían nadie.
